¿Qué son los seguros? ¿Para qué sirven?

Los seguros son instrumentos financieros cuyo objetivo es responder, de manera económica, ante la ocurrencia de un evento (riesgo) externo, violento, súbito y fortuito, llamado siniestro.
Lo que debes saber

– En el seguro intervienen el asegurado, quien se hace acreedor, mediante el pago de una cantidad llamada prima, de una prestación, y la aseguradora, que habrá de satisfacer tal prestación en caso de que se produzca un siniestro. Los riesgos que se desean asegurar se establecen a través de lo que se llama coberturas.

– Hay tantos seguros como riesgos existen. Para las personas, hay seguros de vida que cubren el fallecimiento y/o supervivencia de accidentes personales, o bien de la invalidez que se pudiera sufrir como consecuencia de un accidente.

– Existen también los seguros de gastos médicos mayores, que cubren los gastos médicos y hospitalarios necesarios para la recuperación de la salud del asegurado, así como planes de pensiones relacionados con la jubilación o retiro de personas, ya sea bajo esquemas privados o derivados de las leyes de seguridad social.

– Tratándose de nuestros bienes, existen seguros de automóviles que cubren los daños o pérdida del mismo, así como los daños o perjuicios causados a la propiedad ajena o a terceras personas.

– Podemos asegurar la casa o negocio contra incendio, terremoto, huracán e inundación.

– También se puede asegurar la educación de nuestros hijos, las mercancías transportadas de un lugar a otro, los aeroplanos, cascos de embarcaciones, obras de arte, joyas, cosechas, animales y anuncios luminosos, por mencionar algunos otros.
¿Qué se debe hacer para contratar un seguro?

Para contratar un seguro, primero debemos tener muy claro qué es lo que se quiere asegurar y cuánto dinero podemos destinar a ello. De esta forma podremos determinar las coberturas que se ajusten a nuestras necesidades. La información que proporcionamos al momento de contratar es la base para que la aseguradora determine el costo del seguro.
Por ejemplo, en los seguros de vida la edad es fundamental, pues entre más avanzada sea la edad más caro será el seguro porque la probabilidad de que muramos es mayor que cuando tenemos 20 o 25 años.

Tratándose de gastos médicos mayores, además de la edad, las enfermedades que hubiéramos padecido o padezcamos antes de la contratación del seguro, desempeñan también un papel importante en la determinación del costo.

En el caso de los automóviles, el costo depende del año del vehículo, pero sobre todo de la siniestralidad; es decir, de la probabilidad que un cierto coche tiene a ser robado o a sufrir colisiones, incluso por su color.

Es importante que cuando llenemos una solicitud de seguro, cuestionario médico o reporte de siniestro lo hagamos con la verdad, pues en caso de incurrir en inexactitudes o falsedades la aseguradora puede llegar a rescindir el contrato y, por tanto, no efectuar el pago de la indemnización.
Seguros y deducables

Generalmente en todos los seguros se establece una participación monetaria que paga el asegurado cuando ocurre el siniestro conocida como deducible. El deducible, tiene como finalidad crear en el asegurado un sentido de responsabilidad y cuidado, tanto en su persona como en sus bienes, además de evitar la reclamación de siniestros de poca cuantía. Éste se puede establecer generalmente como un porcentaje de la suma asegurada o un monto fijo, en número de salarios mínimos o como un porcentaje de las pérdidas.

La forma en que opera el deducible es la siguiente: si el importe de la indemnización es inferior a la cantidad estipulada como deducible, su costo correrá por completo a cargo del asegurado. Si es superior, la compañía de seguros completará la indemnización hasta por el importe de la suma asegurada.